Cortarle las uñas de los pies a nuestros hijos puede ser una tarea ardua, sobre todo si son niños nerviosos y/o que tengan un poco de aprensión a esta rutina. A ello se le suma el hecho de que muchas veces no tenemos la certeza de si lo estamos haciendo de manera correcta.
A continuación, respondemos a unas de las preguntas más frecuentes que nos realizáis en consulta y que os ayudarán a tener la seguridad de que le estáis realizando un buen corte de las uñas de los pies.
¿Qué instrumento necesitamos para cortarlas?
En el caso de los bebés y los niños, el mejor instrumento para cortarle las uñas son las tijeras especiales para niños de punta redonda.
¿Cuándo es mejor cortar las uñas de los pies?
Después del baño, aprovechando que el niño está más tranquilo y las uñas más reblandecidas. El corte molestará menos. En el caso de los bebés o niños más pequeños, podemos aprovechar también cuando estén durmiendo, siempre y cuando no se despierten con facilidad, o mientras están comiendo y les distraemos con otra actividad, por ejemplo, un juguete. Se trata de evitar en la medida de lo posible los movimientos inesperados.
¿Con qué frecuencia se deben de cortar?
El crecimiento de las uñas de los pies es mucho más lento que el de las uñas de las manos. Mientras las uñas de las manos se cortan una vez a la semana o cada 15 días (según el ritmo de crecimiento de cada niño), las uñas de los pies deben cortarse una vez al mes o mes y medio (también según ritmo de crecimiento). Una mayor frecuencia de corte puede predisponer a que la uña del pie se encarne por un corte excesivo de la misma.
¿Cómo debemos cortarlas?
Debemos sujetar el dedo con firmeza para evitar movimientos inesperados, pero nunca a la fuerza. Si el niño está muy nervioso o intranquilo llegando incluso a llorar, es mejor aplazar el corte de las uñas para otro momento. Es aconsejable presionar un poco la yema de los dedos hacia abajo para cortar con mayor seguridad la parte de la uña que sobresale. El corte debe seguir la línea natural del crecimiento de las uñas. A diferencia de las uñas de las manos, en los pies el corte de las uñas debe ser recto, sin redondear excesivamente los extremos, con el fin de evitar que las uñas puedan encarnarse por la compresión del calzado. Hay que evitar cortar excesivamente las uñas de los pies. En los niños, las uñas se caracterizan por estar muy adheridas al tejido, por lo que un corte muy acusado puede lesionarles y generar dolor por la exposición del tejido de debajo de la uña.
Una vez finalizado el corte, debemos comprobar que no quede ninguna porción de uña que pueda lesionar (pinchar, hacer una herida al dedo contiguo…) por un corte irregular. De ser así, deberemos proceder a eliminar la arista con la tijera. No es aconsejable limar las uñas de los niños. Para muchos padres es mucho más práctico limar las uñas en vez de cortarlas. Tenéis más seguridad de que no le vais a lesionar y además evitáis que el niño se ponga nervioso. Sin embargo, las uñas de los niños son más finas, frágiles y quebradizas que las de los adultos y, por tanto, un limado excesivo puede contribuir a que se rompan con mayor facilidad.
Dra. María Benimeli
Podóloga